Luz Ma.
Mendoza Benítez
Dirección
General de Bibliotecas de la
Universidad
Nacional Autónoma de México
El
principal objetivo de toda unidad de información, llámese centro de
documentación, centro de información, sistema nacional, red regional, o
biblioteca, que es el término más difundido, es servir a sus usuarios; estos
son no sólo una parte esencial, sino el eslabón final de la cadena de
transferencia de la información.
Dentro
de este contexto, destaca la carencia de una cultura bibliotecológica, la que
trae como consecuencia que en general, solo una pequeña parte de la comunidad
de una institución, haga uso de los diversos servicios que le ofrece su
biblioteca.
En
donde esto tiene matices preocupantes, es en el nivel univesitario, en el que
tanto docentes como alumnos, investigadores y aún los propios bibliotecarios no
saben como encontrar la información pertinente en el momento oportuno y con
optimización de tiempo y de recursos a su alcance.
Esto
se da como un problema intrínseco, estrechamente ligado a la selección,
almacenamiento y organización de las colecciones, así como a las actitudes
negativas, a los locales inadecuados, al pobre manejo de las colecciones, a la
escasa difusión y al fuerte apego al conservadurismo que aún ahora impide que
los usuarios hagan uso de las colecciones más libremente.
Sobresale
pues, en la biblioteca universitaria, la escasa formación que tienen los
usuarios en el uso de la biblioteca, razón por la que en los últimos años se
está tomando conciencia de que el aparato informativo no puede satisfacer su
objetivo, si no se cuenta con la amplia participación de los usuarios en
calidad y cantidad.
Concepto
de usuario
Es
frecuente que al definir este concepto, se hable de sus categorías, pero
realmente qué es el usuario o lector, según el Pequeño Larousse:
Usuario
es el que habitualmente utiliza una cosa y Lector es el que lee.
A
este respecto y hablando del usuario de la biblioteca, Buonocore distingue entre
uno y otro especificando que... todo lector es, por ese solo hecho un usuario,
pero la inversa no siempre es exacta.1
Se
suele clasificar a los usuarios de la biblioteca en: Usuarios reales, que
son los que asisten a la biblioteca y hacen uso de sus servicios en forma
esporádica o sistemática y son, por lo tanto tangibles, concretos y verdaderos
y, Usuarios potenciales: o sea, toda la comunidad de la institución a la que la
biblioteca debe satisfacer sus necesidades de información y que por lo mismo son
posibles usuarios de los servicios bibliotecarios.
De la diversidad de potencial humano a la que se
enfrenta la biblioteca, se desprende la importancia que debe tener, el
comprender al usuario en su propio contexto (social, político, económico y
cultural) y explorar los lazos posibles entre el usuario y el servicio desde el
punto de vista del usuario.
Por
lo tanto y según Menou, se debe hacer hincapié en la pregunta información para
qué y no información para quién.2
Necesidades
de los usuarios
El término "necesidades de los usuarios"
conlleva un alto grado de abstracción y poca atención de parte de quienes
planean diseñar programas de educación de usuarios: normalmente se parte de
supuestos como los mencionados por diversos autores, pero para que estos programas
sean más específicos, es conveniente considerar la determinación de necesidades
como la primera etapa de un proceso en la que por medio de la investigación, se
identifica a los usuarios que requieren ser "formados" precisando
cualitativa y cuantitativamente el tipo y grado de formación, así como el
tiempo que probablemente se necesitará para satisfacer las carencias.
No
puede considerarse completo este procedimiento si no se precisan las razones
que fundamenten dichas necesidades, ni las exigencias y prioridades de atención
al respecto; para esto es necesario que se analice: la organización en
sus objetivos, atribuciones, programas, estructura y recursos; los
procedimientos en cuanto a operaciones y tareas para poder detectar el
comportamiento específico que se pide al usuario en cada una de ellas y; el
factor humano para determinar destrezas, habilidades y actitudes que se
requieren. Estas esferas son las que
determinan el tipo de educación.
En
este mismo plano, es conveniente tener presente los dos tipos de necesidades a
las que deben responder los programas de formación de usuarios.
Las
necesidades manifiestas, que son generales, prioritarias, se basan en el
sentido común y para ser detectadas no requieren de técnicas tales como
encuestas, inventarios, listas checables o cualquier otra.
Se
identifican en primer lugar observando y analizando aspectos como: usuarios
existentes contra usuarios potenciales, incorporación de nuevos usuarios,
modificación o introducción de rutinas, servicios, equipo y ampliación de
instalaciones.
Las
necesidades encubiertas, por otra parte, son específicas en un determinado
nivel funcional y en un grupo específico y requieren para ser identificadas de
una investigación minuciosa y sistemática.
Como
metodología para esto, es conveniente:
Identificar
evidencias generales y síntomas de que existen problemas en la biblioteca;
Analizar
a los usuarios para determinar las características generales en cuanto a
aptitudes y actitudes y
Localizar
áreas críticas donde se necesite información.
Estas
necesidades resultan de la diferencia entre:
aptitudes
y actitudes que tiene el usuario y aptitudes y actitudes que requiere.
De
aquí que todo programa de esta naturaleza debe estar caracterizado por un
perfil de necesidades de acuerdo a los niveles de usuarios de la comunidad
académica.
Es
importante que los profesionales de la bibliotecología no piensen en las necesidades
de información como un infinito crucigrama de preguntas para las que sus
servicios deben proveer la respuesta correcta, sino que deberían buscar qué
respuesta deben dar y qué necesitan para ello, así como reconocer que la
eficiencia de una biblioteca, no se mide por la cantidad de volúmenes que posee
o lo bien organizada que esté, sino por la satisfacción que se logre en los
usuarios.
Utilización
contra no utilización
Esta
situación se da en los usuarios potenciales que no están convencidos de la
necesidad de utilizar sistemáticamente los servicios de información.
De
acuerdo a Harris Colin, es un problema el no uso de la biblioteca porque: el
estar bien informado es una virtud, la información hará a los individuos mas
efectivos y eficientes, el uso de información registrada reduce la probabilidad
de duplicación de esfuerzos, los servicios bibliotecarios y de información
representan recursos substanciases que deben ser explotados, los individuos
tienen el derecho a ser informados y, la lectura es una actividad de
desarrollo.3
En
la lucha de la biblioteca contra la no utilización, hay que tener presente que
el no usuario, entre otras cosas: carece de motivación, cree conocer todo lo
que se hace de valor en su disciplina, desconoce los servicios bibliotecarios,
considera que en el tiempo requerido para encontrar la información podría hacer
el trabajo nuevamente y arguye que no tiene tiempo.
Modalidades de educación
La
educación es el aprendizaje integral que abarca toda la vida y todos los
aspectos del ser humano; presenta dos formas: la educación formal y
sistematizada y la informal; a la primera también se le identifica como
formación.
En
este punto, se presenta en la literatura sobre el tema, una confusión de
términos en los que se mezcla la educación formal, con la orientación, la
capacitación, el adiestramiento y otros, por lo que es conveniente definir cada
uno de ellos para que de acuerdo al nivel de las acciones que se realicen, se
empiece a usar el término adecuado. Así
tenemos que:
La
capacitación, es la transmisión de conocimientos teóricos y
prácticos básicos indispensables para que el sujeto pueda realizar su tarea
(manejo del catálogo).
El
adiestramiento, consiste en mostrar el uso de alguna herramienta de
trabajo: cae en la esfera de los conocimientos prácticos (uso del catálogo
automatizado o de los lectores de microformas).
La
orientación, es la información de algo que se ignora para que se
sepa conducir el solicitante, es guiar al usuario a través de las áreas,
servicios y recursos documentales (localizar un autor, un libro, una
biblioteca).
Young
señala al respecto que... la orientación usualmente precede a la instrucción y
consiste en familiarizar al nuevo usuario con el ambiente físico de la
biblioteca y con el personal disponible para ayudarlo...4
Se
llama Promoción o Difusión a las actividades que tienden a dar a conocer
por diversos medios qué es, qué tiene y qué ofrece una biblioteca, creándose
una imagen con el fin de que los usuarios acudan a ella (carteles, directorios,
señalamientos).
Por
último, para fines del programa de la
UNESCO, se ha definido la Educación y
la Formación
del usuario de una manera genérica, que incluye todo proyecto o programa
destinado a orientar e instruir a los usuarios actuales y potenciales,
individual o colectivamente con el objetivo de facilitar:
- El reconocimiento de sus propias necesidades de información
- La formulación de estas necesidades
- La utilización efectiva y eficaz de los servicios de información
- La evaluación de estos servicios,5
Planeación de programas
Los programas de educación de usuarios son como ya
se dijo, portadores de la imagen que la biblioteca quiere proyectar, por otra
parte por sus características llegan a un número considerable de personas,
posibilitan nuevas relaciones, mejor uso de colecciones y servicios y permiten
agrupar al público en tomo suyo.
Su
planeación, organización y desarrollo, deben ser cuidadosos y realizar una
evaluación de las actividades para verificar aciertos y fallas; por lo tanto,
se hace indispensable diseñar un plan que guíe cada actividad del proceso, para
asegurar el éxito del mismo.
La
metodología comprende: el diagnóstico, la determinación de objetivos, la
delimitación de contenidos, la selección de métodos y materiales, la prueba
piloto, la implementación masiva y la evaluación.
Bibliografía
Barquet
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usuarios en bibliotecas especializadas.
México, 1978 101 p. Tesis
(Maestría en Biblioteconomía) ENBA.
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y Vives, Cecilia y Ma. Dolores Medina de
La B.
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Colin "Studying the non user" En: The use of information in a
changing world. FID
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Netherland, 1984 (FID publication, 631) p.69
Nerici,
Imideo G. Metodología de la enseñanza México: Kapelusz, 1980 p.397
(Colección actualización pedagógica)
Ojeda Trejo, Rosa Ma. Educacón de usuarios. México,1978 104
p. Tesis (Maestría en Biblioteconomía)ENBA Taylor,
Peter Ja. "La Educación de los
usuarios y el cometido de la educación" En: Boletín de la UNESCO para las bibliotecas
32(4),1978 p.271-279
Tocatlian,
Jacques. "Formación de usuarios de la información: programas, problemas y
perspectivas". En: Boletín de la UNESCO para las bibliotecas 32(6),1978
p.382-390
Velez
Salas, Cecilia. Metodología para el
diseño de programas de educación de usuarios de bibliotecas universitarias.
México, 1987 p.147 Tesis (Licenciatura en Bibliotecología)UNAM.
1.
Buonocore, Domingo. Diccionario de
Bibliotecología. 2a. ed. aum. Buenos Aires: Marymar, 1976 420 p.
2.
Menou, apaud Tocatlian., p.385.
3.
Harris, Colin "Studying the non user" En: The use of
information in a changing world. FID
Congress, 42 The Hague. Netherland. 1984
(FIS Publication.631) p.69.
4.
Young, apaud., Velez Salas Cecilia "Programa de educación de usuarios del
Centro de Documentación de la
Facultad de Psicología de la UNAM" en: Memorias. Encuentro de Bibliotecarios de la UNAM,2 México: UNAM. Dirección General de Bibliotecas 1983.
5.
Tocatlian, Jacques. "Formación de
usuarios de la información: programas, problemas y perspectivas" En:
Boletín de la UNESCO
para las Bibliotecas 32(6), 1978 p.382.
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