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martes, 21 de abril de 2015

El bibliotecario no vocacional: un peligro para la profesión

Unos meses atrás, dentro de un foro de especialistas en información y documentación, una de las ponentes, responsable del área de biblioteconomía y documentación en una Universidad donde no existe el Grado en Información y Documentación en su oferta educativa, comentaba que son pocos los alumnos que a la hora de la elección de optativas/prácticas escogen aquellas relacionadas con la biblioteconomía entre sus primeras opciones, pero sin embargo, sí notaba que una vez terminaban la carrera eran muchos los que empezaban a interesarse en cómo poder acceder al mundo de las bibliotecas. En este caso, la lectura sobre lo que expuso la ponente, era que en muchas ocasiones estos estudiantes habían pasado por bibliotecas mediante becas, colaboraciones, prácticas etc. y que una vez conocido el trabajo que se hace allí han encontrado en esta profesión algo que les gusta y por eso quieren desarrollarse dentro de este ámbito.
Seguramente existan muchos casos de personas que han descubierto su pasión y ganas de ejercer en las bibliotecas tras optar por una carrera cuya principal salida no era esa, pero creo que ante la situación de crisis que por desgracia vivimos actualmente y la desesperación de la gente por encontrar un trabajo, la profesión de bibliotecario se esta eligiendo más que nunca como una posible salida del túnel y no como el camino deseado.
La profesión de bibliotecario está totalmente desprotegida, es accesible para casi cualquier persona sin tener que poseer una formación muy específica. Cualquiera puede acceder a becas como bibliotecario y sumar experiencia, cualquier parado puede acceder a cursos de desempleados por más de 600 horas con prácticas para formarse como bibliotecario, cualquiera puede opositar a puestos bibliotecarios, sin que sea un gran problema el no haber realizado estudios de biblioteconomía. En definitiva, todo anima e invita a ver las bibliotecas como una alternativa ante la angustia que vive la gente al no poder trabajar en aquello que le gustaría o para lo que se ha formado.
Todo esto desemboca en bibliotecas con profesionales sin vocación ninguna por su trabajo y que en muchos casos tiene un concepto equivocado de lo que es una biblioteca. Esto se convierte en un problema de gran calado para la profesión si tenemos en cuenta el momento que viven las bibliotecas, cuestionadas sobre cuál es su papel actual en la sociedad, y teniendo que salir adelante como buenamente se puede ante los recortes y dificultades que nos ha traído la crisis. Por ello, el peso de las bibliotecas recae ahora más que nunca sobre sus profesionales, sobre sus iniciativas y sobre la imagen que éstos proyectan a la sociedad, tener bibliotecarios con un concepto equivocado de lo que ha de ser una biblioteca hoy en día, sin iniciativa para dar un paso al frente o con poca preparación ante el mundo digital, puede terminar siendo una gran losa para las bibliotecas.

Recuperado de: Biblogtecarios, http://www.biblogtecarios.es/joaquincalatayud/el-bibliotecario-vocacional-un-peligro-para-la-profesion/

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