Por Francisco Herrera
Severino
Resumen:
Julio César Herrera
González (19 de junio de 1966 – 18 de agosto de 2020) fue un bibliotecólogo,
locutor, comunicador y maestro dominicano que desarrolló una destacada carrera
profesional, especialmente en el área de Procesos Técnicos en bibliotecas e instituciones
culturales de la República Dominicana. Este artículo explora su trayectoria,
desde sus inicios como auxiliar en la Biblioteca de la Universidad Nacional
Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) hasta su última labor en el Politécnico Los
Ángeles Custodios del Ministerio de Educación. La dedicación y habilidad de
Herrera en la catalogación y organización de bibliotecas lo convirtieron en una
figura clave en el ámbito bibliotecario dominicano.
Palabras clave:
Bibliotecología, Procesos Técnicos, Catalogación, República Dominicana, Julio
César Herrera González.
Introducción
La bibliotecología en
la República Dominicana ha visto el surgimiento de profesionales destacados que
han contribuido significativamente al desarrollo de las instituciones
bibliotecarias del país. Entre estos profesionales, Julio César Herrera
González se distinguió por su compromiso con la excelencia en la organización y
catalogación de recursos bibliográficos. Este artículo revisa su trayectoria
profesional y su impacto en el campo bibliotecario dominicano, hasta su
fallecimiento el 18 de agosto de 2020.
Formación y Primeros
Años
Julio César Herrera
González nació en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, donde
desde joven mostró una inclinación hacia la lectura y el conocimiento. Su
interés lo llevó a inscribirse en el curso de manejo y uso de bibliotecas
impartido por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en la década de
1980. Este curso marcó el inicio de su carrera como auxiliar bibliotecario en
la Biblioteca de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), donde
adquirió sus primeras destrezas en catalogación.
Desarrollo Profesional
Herrera González fue un
bibliotecólogo profesional, graduado en Educación con mención en
Bibliotecología por la UASD. Además, obtuvo una licenciatura en Comunicación
Social de la misma universidad, lo que complementó su habilidad en la gestión
de la información y su destacada capacidad de comunicación. Su destreza en la
oratoria lo llevó a destacarse también como locutor, desempeñándose en diversas
ocasiones como maestro de ceremonias.
Durante su niñez,
Herrera mostró un talento natural para la lectura en voz alta, lo que lo
convirtió en un líder entre sus compañeros. Este talento fue evidente durante
sus años universitarios, donde se destacó ayudando a sus compañeros en
prácticas de catalogación, clasificación y análisis de revistas, convirtiéndose
en un facilitador y líder en su grupo de estudio.
Experiencia en Procesos
Técnicos
A lo largo de su
carrera, Julio César Herrera acumuló una vasta experiencia en Procesos
Técnicos, desempeñándose en diversas instituciones clave del país. En la década
de 1980, bajo la dirección de la Lic. Carmen Iris Olivo en la Biblioteca UNPHU,
Herrera se trasladó a la Biblioteca República Dominicana, donde continuó su
desarrollo en Procesos Técnicos. Posteriormente, la Dra. Martha de Castro lo
contrató como encargado de Procesos Técnicos en la Biblioteca del Museo de las
Casas Reales, donde Herrera demostró su habilidad para organizar y catalogar
colecciones valiosas. Entre 1990 y 1999, formó parte del equipo de
catalogadores de la Biblioteca de la Universidad Iberoamericana (UNIBE),
contribuyendo significativamente a la organización de sus colecciones.
Además de estas
instituciones, Herrera laboró en la Biblioteca del Patronato de la Ciudad
Colonial de Santo Domingo, la Biblioteca de la Academia Dominicana de Historia
y la Biblioteca del Convento de Santo Domingo. También trabajó en la Biblioteca
Nacional Pedro Henríquez Ureña, en el Centro de Recursos del Centro Modelo de
Educación Inicial República Dominicana, en la Biblioteca del Ministerio de
Cultura, y en la Biblioteca del Politécnico Los Ángeles Custodios, donde además
de bibliotecario, se desempeñó como profesor. Al momento de su fallecimiento,
Herrera laboraba para esta última institución.
Contribuciones a la
Organización de Bibliotecas
Julio César Herrera no
solo trabajó en instituciones públicas, sino que también contribuyó a la
organización de bibliotecas privadas y personales. Entre sus logros se incluye
la organización de la Biblioteca de la Fundación Corripio y las bibliotecas personales
de figuras prominentes como Tena Reyes y el periodista Juan TH.
Su capacidad para
gestionar y optimizar los procesos técnicos permitió una mejor accesibilidad y
preservación de los recursos bibliográficos en cada una de las instituciones
donde trabajó. Su enfoque meticuloso y su pasión por la bibliotecología dejaron
una huella duradera en el ámbito bibliotecario dominicano.
Testimonios de Amistad
y Profesionalismo
Julio César Herrera fue
admirado no solo por su profesionalismo, sino también por sus cualidades
humanas. Luis Salazar, un amigo cercano, expresó:
«Julio César Herrera
fue un profesional de la bibliotecología dedicado, organizado, sistemático. Lo
vimos crecer como profesional de esta área hasta convertirse, sin lugar a
dudas, en un experto. Compartimos sueños, amigos comunes y el amor por los
libros; de sus manos recibí varios de los más preciados que aún conservo.
Humilde, solidario, decente. Amigo fiel y siempre dispuesto a apoyar en lo que
fuese necesario. Siempre sereno y de buen humor; nunca escuché de sus labios
una imprecación, un insulto. No era de los que hablan de otros por la espalda.
Fue una de esas personas que la vida nos colocó en el camino y que nunca
olvidaremos mientras vivamos.»
Fátima Sánchez, otra
amiga cercana, también compartió sus recuerdos:
«Julio César Herrera
fue un amigo del alma del cual me siento orgullosa de su amistad. Siempre
estuvo presente para apoyar a todos; dispuesto a escuchar cuando alguien tenía
momentos difíciles. Cuando lo recuerdo, sonrío y a la vez me entristece, y me
pregunto por qué se fue antes de tiempo. Recuerdo que cuando quería hablar
conmigo, me decía: ‘Faty, tenemos un conversatorio’ o me pedía ‘hígado’, es
decir, hígado de res porque no le gustaba el de pollo. Así era Julio César. Una
vez me contó la siguiente anécdota: uno de sus amigos de infancia, cuando
salían a trabajar juntos, le dijo: ‘Julio, me duele la cabeza’ y Julio César le
respondió: ‘Ahora mismo se te va a quitar el dolor de cabeza’. Le compró una
empanada y un mabí, y al rato el amigo le dijo: ‘Julio, ya no tengo dolor de
cabeza’. Ese era nuestro Julio, buen amigo, solidario. Julio es de los muertos
que nunca han muerto, sino que sigue vivo en el recuerdo como excelente amigo y
ser humano.»
Lourdes Genao,
compañera de trabajo y de estudio, recordó a Julio César Herrera González con
gran afecto:
«Tuve el honor de
conocer a Julio César cuando trabajamos juntos en el Patronato de la Ciudad
Colonial de Santo Domingo, donde se desempeñó en el Área de Procesos Técnicos
de la Biblioteca. Era un ser humano extraordinario: honesto, colaborador,
humilde y con un don especial para servir a los demás. Su primera carrera
universitaria, Licenciatura en Comunicación Social, le permitió desarrollar un
amplio léxico y habilidades en la redacción en español, pero fue su segunda
carrera en ‘Licenciatura en Educación Mención Bibliotecología’ la que marcó una
huella profunda en nuestro país. Julio tenía un vasto conocimiento de la
cultura general y se deleitaba con la lectura, demostrando una inteligencia
destacable. En una ocasión le dije: ‘Julio César, podrías ser presidente del
país’. Fue un compañero excelente, un amigo sincero y respetuoso, muy querido
por mí y por mi familia. Su memoria permanecerá siempre en nuestros corazones».
Comentarios de un
Profesor
El profesor Víctor
Espinal de la carrera de bibliotecología de la Facultad de Ciencias de la
Educación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) recordó a Julio
César Herrera González con las siguientes palabras:
«Referirse al
estudiante Julio César Herrera es admitir, como docente que soy, que por él
tuve que hacerme un estudiante mientras fungía como docente. Julio César, en su
condición de brillante, siempre tenía una pregunta comprometedora, y si uno
como facilitador no estaba al día, corría el riesgo de que este joven inquieto,
respetuoso y acucioso entonces tuviera que explicar los contenidos en cuestión.
Siempre amable, bien presentado, sabio, preocupado, pero sobre todo muy
inteligente. Como bibliotecario, descubrí que vivía preocupado porque la
bibliotecología en República Dominicana algún día fuese valorada. Así lo
recuerdo».
Vida Familiar
Julio César Herrera
estuvo casado con la Profesora María Luisa Soriano, con quien procreó cuatro
hijos: Marili, Roberto, Fidel y Gloriana. También fue padre de su quinto hijo,
Edwin. Su dedicación a la familia y a su carrera fue siempre ejemplar, logrando
un balance entre su vida profesional y personal.
Conclusión
La trayectoria de Julio
César Herrera González es un testimonio de su dedicación y habilidad en el
campo de la bibliotecología. Su contribución al desarrollo de las bibliotecas
en la República Dominicana, especialmente en el área de Procesos Técnicos, lo
posicionó como un referente en la profesión. Este artículo ha intentado
resaltar su impacto y la importancia de su labor.