Por
Luz del Alba
Infante *
Al
transcurrir el tiempo, los diferentes cambios que se vienen dando con la
implementación y el uso de las nuevas tecnologías, ha empujado a las
bibliotecas a transformarse, de manera que pueda llenar las expectativas y
cerrar brechas en la modernidad, llevando así sus formatos de impresos, que era
lo usual, a lo digital, pasando a convertirse en lo que hoy se conoce como la
“Biblioteca Híbrida”.
En este mismo
tenor, con la evolución de las TIC’s en las bibliotecas surge la preocupación
de la desaparición del libro, lo cual no necesariamente pasará pues lo digital
bien puede complementar y ampliar el abanico de servicios que se ofrecen desde
esta.
Este concepto funge como vehículo a uno más amplio que es el Centro de
Recursos para el Aprendizaje (CRA), este engloba tanto recursos como medios de
información, para ofrecer sus servicios y contribuir en el aprendizaje.
En la
biblioteca híbrida lo análogo y lo digital tienen un carácter transversal donde
cada uno desempeña un papel relevante en la sociedad de la información.
Dada la
variedad de formatos que posee la biblioteca híbrida el bibliotecario debe
dotarse de conocimientos en las tecnologías, evitando que la falta de
habilidades sea una limitante, de manera que pueda servir de forma eficiente al
usuario tanto presencial como virtual.
Desde una
mirada estratégica con esta combinación de lo tradicional y lo digital, se
ofrecen recursos novedosos y actualizados de manera que se satisface la
necesidad del usuario y en cuanto a los servicios, los usuarios tienen acceso
remoto a estos recursos desde cualquier lugar y a cualquier hora.
En un futuro todas las bibliotecas pasarán a ser híbridas, pues las
exigencias de las nuevas generaciones irán marcando el camino, solo es cuestión
de cambiar la visión que se tiene de las bibliotecas desde las autoridades y
aunar esfuerzos para comprometernos con los cambios.
*La autora es
estudiante de Bibliotecología. UASD
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